Notas hermosamente delicadas.

Si durmieran mis versos en tus manos,
si cada palabra descansara en tus dedos,
entonces aquellas tonadas en el piano serían aún más dulces.

Si las letras que nacen de mis lápices se recostaran con tu música,
y si cada destello de inspiración acompañara una nota,
entonces serían nuestras canciones las que darían vida al amor.

Recostada con una copa de vino rojo tentándome los labios,
respiro los cálidos sonidos que suelta el piano de cola en la sala.
Cada nota huele diferente. Como las fragancias más costosas.

Cada tema evoca diferentes fantasía que alguna vez soñamos juntos.
Las partituras se mimetizan en la lluvia azul de una tarde de verano.
Caen en las rosas del jardín y emanan su perfume elegante.

Otras notas saltan a una playa de ensueño.
Nadan en la orilla y se recuestan en la arena húmeda.
Tal cual lo hacíamos nosotros dos.

Me levanto y acaricio tu mejilla.
Y el titulo de la partitura queda grabado en mi ser.
Simplemente: -Notas hermosamente delicadas-