Imprimiendo irrealidades.

Fui a uno de esos "cajeros" que imprimen las fotos de tu pendrive. Y me puse a ver y a revivir momentos imaginarios e irreales de los que tenía algunas imagenes capturadas.
Cuando fui al infierno por primera vez y me sorprendí porque no era muy diferente al mundo real. Un par de diferencias, si. Mas políticos y menos viejitas vendiendo rosarios en las calles.
Cuando viajé en el tiempo y fotografié como nacían las Lineas de Nazca. Era tan emocionante ver como se retorcían en el suelo hasta quedar inmóviles hechas dibujos de animales.
Cuando completé mi primer álbum de pegatinas y como una más, mi sonrisa inocente se estampó en mi cara infantil y fresca.
Cuando fui al espacio exterior y me absorbió un agujero negro. Salí de ahí toda flaquita y estirada, pero no lo recomiendo. Es mejor una dieta.
En fin, imprimí las fotos y las pegué en la pared de mi cuarto. Cada tanto me meto en alguna de ellas. Prefiero revivir antes que recordar.