Tenía las uñas pintadas y prolijas, me acuerdo.
De color borravino, brillante y fugaz.
Hasta la cintura no le caía el cabello,
si no que hasta los hombros nomás.
A veces rubio. Otras castaño.
Y la última vez brillaba un dorado.
No encuentro palabras si la quiero extrañar,
solo el silencio me quiere acompañar.
En mis memorias solo sonríe.
A veces me habla. A veces se ríe.
Nunca cantó, no le gustaba.
Nunca escribió, no se inspiraba.
Pero yo me la acuerdo bien, con sus perfumes y todo.
De memoria sus pies, su espaldas, sus hombros.
Sus ojos brillaban y recibían estrellas.
Las palabras que soltaban se erguían derechas.
Con sus luces y sus errores.
Con sus metas y sus temores.
Me la sueño siempre un poco,
y me saluda desde una foto.
Apoyada en mi cuarto en un estante bien arriba,
para que parezca que vuela en su plena alegría.
Me secaba las lágrimas y caminaba conmigo.
Me estampaba besos en el oído.
Me regalaba caramelos, de los que comía de chiquita.
Hoy me la acuerdo y los ojos me brillan.
Mi tía, mi compañera de vida.
Una de las pocas que si me entendía.
Y que ahora me dice desde allí arriba:
-"No me olvides Dana"
-"No lo haré, tía"
En memoria de Dolores Moreno. Una persona que vale la pena recordar u.u
De color borravino, brillante y fugaz.
Hasta la cintura no le caía el cabello,
si no que hasta los hombros nomás.
A veces rubio. Otras castaño.
Y la última vez brillaba un dorado.
No encuentro palabras si la quiero extrañar,
solo el silencio me quiere acompañar.
En mis memorias solo sonríe.
A veces me habla. A veces se ríe.
Nunca cantó, no le gustaba.
Nunca escribió, no se inspiraba.
Pero yo me la acuerdo bien, con sus perfumes y todo.
De memoria sus pies, su espaldas, sus hombros.
Sus ojos brillaban y recibían estrellas.
Las palabras que soltaban se erguían derechas.
Con sus luces y sus errores.
Con sus metas y sus temores.
Me la sueño siempre un poco,
y me saluda desde una foto.
Apoyada en mi cuarto en un estante bien arriba,
para que parezca que vuela en su plena alegría.
Me secaba las lágrimas y caminaba conmigo.
Me estampaba besos en el oído.
Me regalaba caramelos, de los que comía de chiquita.
Hoy me la acuerdo y los ojos me brillan.
Mi tía, mi compañera de vida.
Una de las pocas que si me entendía.
Y que ahora me dice desde allí arriba:
-"No me olvides Dana"
-"No lo haré, tía"
En memoria de Dolores Moreno. Una persona que vale la pena recordar u.u
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