Chiste silueta.

Hoy estaba en facebook revolviendo perfiles y me encontré con un estado bastante melancólico que me atrapó a la primera:

"¿Alguna vez has oído un chiste tantas veces que ya no sabes por qué tiene gracia? Y un día lo oyes otra vez y de repente es nuevo. Entonces recuerdas por qué te gustó tanto la primera vez"

No necesariamente pensé en un chiste. Si en alguien más. Y tal vez ya haya demasiados blogs que se descarguen con palabras de amor y de desilusión. Reclamando un amor perdido o un corazón roto. No la voy a flashear así, sería demasiado trillado. ¿No?

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Voy profundo entre las palabras que simulan ser sentimientos (y viceversa). Nado hacia abajo, y sigo moviéndome hasta que mis oídos exclaman presión. Quieren que vuelva a la superficie.
Pero el aire no me falta, y la vista no se nubla. Y veo una silueta en negro que se mueve y crece.
Alguien se acerca haciendo formas extrañas con sus brazos y piernas.
Entonces me doy cuenta quien es, porque en lo profundo de mis palabras disfrazadas lo conocía.
Esa silueta era mi chiste. Mi chiste trillado. Mi chiste repetido y gastado. Y hace tanto que no lo escuchaba que me acuerdo porque tanta gracia me hacía.
Suelto una risa. Vuelan burbujas que quieren volver a respirar.
Yo las acompaño a la superficie oxigenada y me quedo mirando mi cielo estrellado de ideas.