Nos sentimos viejos cuando nuestra piel se cae y se dobla en lineas que recuerdan todas las sonrisas que hemos brindado pero... ¿Es que somos en realidad viejos?
Seguimos siendo pequeños aunque usemos bastón y contemos anécdotas de otro siglo.
Lo seguimos siendo aunque nuestra mente se empiece a desteñir y escurra recuerdos por entre grietas del olvido.
Hay una inmensidad infinita que ni siquiera cabe en la imaginación de aquel soñador más extremo, sin embargo es ignorada en el dia a dia de cada uno de nosotros.
Ese universo que nos rodea quita todo posible sentido a levantarse para ir al trabajo o a la escuela pero aún asi lo hacemos una y otra vez. Hasta a veces sabiendo que las estrellas seguiran brillando y los planetas seguirán girando aunque estemos muertos viajando a otra vida a otro mundo.
Me da escalofríos y vislumbro una revelación que se aleja y desaparece. Pronto olvido todo y vuelvo a la vida cotidiana ignorando todo aquel misterio que pueda irrumpir desde el universo.
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